sábado, 5 de mayo de 2018
PROVOCACIÓN
Provocación. Un juego de voluntades en el que parece que uno quiere dominar, llevar la voz cantante para arrastrar al otro a su terreno de acción, atraerlo como un imán al metal pero que, al fin y al cabo, lo hace al sentirse también atraído. Porque...¿Quién puede asegurar que es el imán el que llama al hierro? Si sujetamos a éste último, es el primero el que se mueve en su dirección. Así pasa. Uno da un paso para atrás y el otro lo da hacia adelante, un vaivén de avances y retrocesos en una danza de seducción ancestral que se baila en pareja. Una mirada, una actitud, un movimiento de manos, una pose o unas palabras que tienen el fin de atraer, de decir "aquí estoy, mírame". Pero el otro mira a hurtadillas respondiendo a ese juego con las mismas armas, haciendo que no se enteró, que no estaba atento...A uno le provoca que lo ignoren y necesita mostrarse como los pavos reales, extendiendo sus plumas llamativas. Pero necesita saber también si le miran, necesita poner atención en el contrario para comprobar que le sigue. Y el baile comienza de nuevo aunque sea en un autobús, una oficina, un bar o un ascensor. ¿Quién no ha provocado o le han provocado alguna vez?
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