lunes, 28 de mayo de 2018

GOTAS

Brotan de forma instantánea de los poros de mi piel, cual manantial montañoso que nace entre las rocas. Surgen de la nada, debidas al efecto de las sensaciones que despiertas en mí, y forman un hilillo que comienza a deslizarse, primero despacio para después acelerar, como un torrente caudaloso que discurre raudo entre montañas. Así van esas pequeñas gotas de sudor pasional, siguiendo la línea del cuello, en dirección al sur, para llegar al desfiladero entre los senos. Allí quisieran pararse y contemplar las dos cimas que no están cubiertas por la nieve sino por carne rosada. Pero la fuerza de la gravedad las empuja a continuar su peregrinaje rumbo al sur, tropezando en su ruta con el pequeño pozo umbilical que se llena de ellas y se desborda, expulsándolas para que continúen su camino hasta el destino final: el pequeño bosque que oculta entre su vegetación una profunda sima, la gruta que esconde el tesoro, la cueva de Alí Babá, el pozo de los deseos. Y allí se unen a la gran corriente subterránea que lo inunda todo, al líquido mar de la pasión, el océano donde se bañan mis pensamientos.


N'ASTURIANU 

GOTES
Broten de forma instantánea de los poros de la mio piel, cual manantial montascosu que naz ente les roques. Surden de la nada, debíes al efeuto de les sensaciones que despiertes en mi, y formen un filillu qu'empieza a esmucise, primero adulces pa dempués acelerar, como una riega caudalosa qu'escurre raudu ente montes. Asina van eses pequenes gotes de sudu pasional, siguiendo la llínea del pescuezu, en dirección al sur, pa llegar al escobiu ente los senos. Ellí quixeren parase y contemplar los dos visos que nun tán cubiertes pola nieve sinón por carne rosada. Pero la fuerza de la gravedá emburriales a siguir el so pelegrinaxe aldu al sur, zarapicando na so ruta col pequenu pozu umbilical que s'enllena d'elles y énchese, espulsándoles por que sigan el so camín hasta'l destín final: el pequenu monte que despinta ente la so vexetación xuna fonda torca, el covarón qu'escuende l'ayalga, la cueva de Alí Babá, el pozu de los deseos. Y ellí xúnense a la gran corriente soterraña que lo anubre tou, al líquidu mar de la pasión, l'océanu onde se bañen los mios pensamientos.

sábado, 12 de mayo de 2018

PESADO



Eres un pesado. Todos los días lo mismo. De día no te veo nunca y por la noche apareces de repente, sin previo aviso y te pasas en vela las horas, molestando, cantando tu sonata e impidiéndome el sueño. Por más que quiero que te alejes de mí, al final, siempre vuelves y no encuentro una forma efectiva de echarte o de que te decidas a marchar de mi casa y no vuelvas nunca más. Búscate a otra a la que puedas hacer la vida imposible, a la que puedas dejar todas las noches sin dormir. Yo no quiero compartir mi cama contigo, ni mis horas de sueño. Por tu culpa, todas las mañanas me levanto agotada y debo ir al trabajo con la mente embotada y la sensación de haber pasado las últimas horas metida en una centrifugadora. Cada vez que te oigo susurrar en mi oído me apetece pegarte, darte un tortazo y acabar con ese sonido chillón que se mete en mi oreja y me taladra el cerebro. Un día de éstos lo haré. No te quepa la menor duda. Sacaré el brazo de debajo de las sábanas y te aplastaré con mi mano. Y entonces ya no podrás molestar ni darme picotazos. Nadie llorará por un mosquito menos.

sábado, 5 de mayo de 2018

PROVOCACIÓN

Provocación. Un juego de voluntades en el que parece que uno quiere dominar, llevar la voz cantante para arrastrar al otro a su terreno de acción, atraerlo como  un imán al metal pero que, al fin y al cabo, lo hace al sentirse también atraído. Porque...¿Quién puede asegurar que es el imán el que llama al hierro? Si sujetamos a éste último, es el primero el que se mueve en su dirección. Así pasa. Uno da un paso para atrás y el otro lo da hacia adelante, un vaivén de avances y retrocesos en una danza de seducción ancestral que se baila en pareja. Una mirada, una actitud, un movimiento de manos, una pose o unas palabras que tienen el fin de atraer, de decir "aquí estoy, mírame". Pero el otro mira a hurtadillas respondiendo a ese juego con las mismas armas, haciendo que no se enteró, que no estaba atento...A uno le provoca que lo ignoren y necesita mostrarse como los pavos reales, extendiendo sus plumas llamativas. Pero necesita saber también si le miran, necesita poner atención en el contrario para comprobar que le sigue. Y el baile comienza de nuevo aunque sea en un autobús, una oficina, un bar o un ascensor. ¿Quién no ha provocado o le han  provocado alguna vez?