domingo, 28 de abril de 2019

OLVIDO

Vapor caliente que asciende como las nubes de verano, mientras una cascada cristalina cae sobre mi cabeza, empapando mi pelo y mi cuerpo desnudo. Torrente que despierta los sentidos, aguzándolos  para que disfruten las caricias que unas manos resbaladizas reparten con esmero por todos los rincones, incluidos los más secretos, aquellos en los que no puede entrar cualquiera.
Burbujas jabonosas impregnan de espuma mi ser, envolviendo mi desnudez con un vestido transparente que huele a frutos del bosque e invita a lamerlo. Dedos que frotan cual esponja, eliminando cualquier huella que no debiera estar ahí, que se quedó olvidada aprovechando un descuido.
Miles de gotas calientes resbalan por mi piel, arrastrando la suciedad, llevándose con ellas lo que no merece la pena, los recuerdos tristes, las ilusiones marchitas, las decepciones, los engaños y mentiras. Todo resbala por mi cuerpo desnudo y desaparece por el desagüe en su viaje al infierno.
Y al final, salgo de la ducha, limpia, renovada, impoluta como una hoja en blanco en la que comenzar a escribir una historia que merezca la pena.